lunes, 25 de marzo de 2013

Romanticismo

¿Cuándo?


El Romanticismo es un amplio movimiento cultural que se extiende por toda Europa desde finales del XVIII hasta la primera mitad del XIX. Toda la primera mitad del siglo XIX se caracterizó por la gran inestabilidad política que vivió el continente europeo. Desde la revolución francesa, con sus sucesivas fases, hasta las revoluciones de 1848 y el inicio de los nacionalismos, las guerras y alzamientos nacionales se suceden a lo largo de todo este período. Inestabilidad que, sin embargo, convivió con el gran desarrollo económico e industrial de gran parte del occidente europeo.



¿Qué?


Frente a las normas impuestas por la tradición, los románticos reclaman la libre expresión del individuo. A partir de ahora el artista podrá dar vía libre a su creatividad, sin que nadad ni nadie lo coarte o le imponga principios inquebrantables. De ahí que en este período convivan manifestaciones pictóricas muy diversas, desde la exaltación del color del francés Gericault hasta las ensoñaciones místico-religiosas de los nazarenos alemanes.

La evolución hacia el estilo romántico se produce en Francia por dos caminos paralelos, ambos desarrollados a partir de la obra precursora de Jacques-Louis David. En el denominado Romanticismo Lineal, la expresividad se basaba en figuras lineales, muy aplanadas y envueltas en una atmósfera evanescente, que aportan un sentido cada vez más intelectualizado al arte. El pintor más relevante de esta corriente es Jean-Auguste-Dominique Ingres. Pero es en el Romanticismo del color, de desbordada expresión dramática, donde encontramos a los grandes maestros del género: Delagroix y Géricault.

Algunos temas tratados en las pinturas eran: el Oriente y los países mediterráneos, España, revoluciones políticas y desastres naturales.

El Romanticismo alemán encontró en el paisaje su más significativa expresión pictórica. Se trata de representaciones donde la naturaleza transmite al espectador estados de ánimo serenos y melancólicos. Una corriente radicalmente distinta es la que engloba a los llamados nazarenos, que recobran la significación religiosa del Renacimiento y la espiritualidad de Rafael.


¿Cómo?


El Romanticismo utiliza diferentes técnicas; el óleo, acuarelas, grabados y litografías. La textura comienza a ser valorada en sí misma y aparecen las superficies rugosas junto con las formas mas sutiles. La pincelada es libre, viva y llena de expresividad. Desaparece la línea frente al color; se recupera la potencia sugestiva del color, liberándose las formas y los límites excesivamente definidos.

Entre los rasgos que singularizan las obras de Géricault y Delacroix destacan los siguientes:

La plena recuperación de la potencia sugestiva de los colores.

Las composiciones dinámicas, cuyas líneas directrices están marcadas por las posición es extremadamente convulsas y los gestos dramáticos de las figuras humanas.

El culto al paisaje como recurso para desplegar una gama de colores luminosos y para encuadrar las figuras humanas en unos fondos que pretenden traducir y plasmar sus estados de ánimo.

¿Quién?


Con el pintor francés Eugène Delacroix (1798-1863), el Romanticismo pictórico alcanzó una de sus mayores cimas. Delacroix fue quien llevó a su máxima expresión la exaltación romántica de la revolución (“La libertad guiando al pueblo”), el gusto por lo exótico (“Muerte de Sardanápalo”) y el entusiasmo nacionalista (“La matanza de Quíos”, un reflejo del interés por la guerra de independencias de Grecia, que se constituyó en foco de interés para los jóvenes románticos).

Al final de su vida se convirtió en el gran decorador de interiores de París, con obras relevantes para el palacio Borbón, el palacio de Luxemburgo, el Louvre y la iglesia de Saint-Sulpice.
Ver imagen en tamaño grande

La Muerte de Sardanápalo, 1827, Óleo sobre lienzo. Delacroix, 395 x 495cm, Museo del Louvre. París 

Fuentes: